‘Todos
pasamos por el toldo’
Todos los que llegamos a Patagonia hace cinco
años o diez mil, tuvimos que pasar por el toldo. El toldo es ese tiempo de
incertidumbre, contratiempos y lucha por lograr una vida mejor. Es cuando
azotados por dificultades de todo tipo, dudamos si éste es el lugar donde
debemos establecernos.
El toldo es precario, elemental, pero
resiste. Es esta resistencia empecinada
la que nos une a los patagónicos que nos hemos quedado, fascinados sobre todo,
por el desafío.
Se intenta representar lo que se experimenta al
principio de la aventura, cuando estamos en el primer toldo: la fragilidad del
proyecto, el desamparo, la urgencia de resolver con lo que está nuestro
alcance.
La obra sigue de cerca el diseño de los toldos
patagónicos históricos: forma cupular con estructura de palos desiguales sobre las
que se extiende una lona, constituyendo un refugio básico.
Los palos oscuros y la lona blanca son
necesarios para que el concepto ‘toldo’ se perciba sin distracciones. La estructura
que se propone es minimalista porque no es necesario que tenga color o textura
local. Parece mejor que sea la
representación de una idea clara –y luminosa- en toda su morfología.
Dimensiones: 2 x 2 x 2,30 m aprox
Materiales: palos de sauce
hilo sisal para
amarres
1 lt. pintura latex en color negro mate
5 m de lona blanca